lunes, 25 de febrero de 2013

VERSIÓN (de DIÁLOGOS DEL AIRE) (Fogwill)

por Once

et quand nous respirons... la mort a nos poumons / descende, fleuve invisible avec des lourdes chants...

Fumar: quemar un tiempo acumulado
por el trabajo humano en el tabaco.
Colmar la nada que parece el aire
con las formas del humo contrololable.
Llenar todo vacío con los sueños
de otros que por ajenos son más nuestros.
Tramar con las imágenes triviales
de los medios, nuestras escenas reales.
Placer pequeño, humano, tolerable.
Social, fiscalizado, numerable.
Fumar: desear que lleva hacia un deseo
de volver a desear buscando el nuevo
desear que nunca cese y siga ardiendo
y en sed que arda insaciada arder viviendo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

DE SOLO ESTAR (Manuel J. Castilla)

(fragmento)

El tiempo, de existir, era lento como una miel dorada.
Se lo notaba a ratos en esa casa añosa, sobre la siesta, cuando en la huerta del fondo, en medio del gran silencio, entre el leve crepitar de los insectos de los yuyarales y el zumbido insistido de los huancoiros junto a las viejas vigas del techo, caía con un ruido sordo, como un golpe de barro, algún durazno maduro.

Parecía caer sobre uno mismo o sobre el mismo corazón de la tierra. Entonces uno sabía que el tiempo vivía aunque fuera por un instante. Ese golpe seco era signo de su vida y de su muerte, también. Entonces los ojos seguían sus huellas pesadas. Por las paredes blancas caía, barroso, memorizando remotas lluvias; silenciosos flecos nocturnos y lluvias, muchas lluvias mojaban sus ropas de sapo triste.
Se le veía solo mirando largo un mismo punto, que podía ser el tronco del arrayán. Era oscuro su cuerpo y tenue. La luz, como una mano de oro, lo iba retirando de la madera. Y él cedía su lugar, callado, casi solícito. Después ya todo su sitio estaba iluminado. Y había que bajar los ojos al suelo por donde también comenzaba su retirada, entre hojarasca quebradiza y perros que la pisaban a trechos. Así, hasta que se iba lejos, más allá de los cercos y desaparecía.
Entonces venía la noche. Pero algo del tiempo había quedado en los rincones y en la cisterna. Y uno volvía a notar su presencia, sus ruidos.
Cuando la madre pasaba con la lámpara en los últimos trajines, latía en los rincones sombrosos. Por fin se dormía cuando la madre tapaba con ceniza el ojo soñoliento y colorado del fuego. Mas, noche entrada, siempre, alguien lo despertaba con las manos del susto. Era como hurguetearle con un palo la cola en la alacena donde dormía. Buscaban huecos en los paredones donde había ollas de barro con monedas de oro y muchos collares. Pero todo era cosa de los arrieros alucinados. Ganas de encontrarle algo a la casa, de turbarle su añosa paz.
Así, la casa y el tiempo, juntos, una vez despertados, les quemaban el sueño y nadie podía pegar los ojos. Por la galería grande, sobre sus baldosas de ladrillo, llegaba el otro dueño de la casa, el que la había hecho y que ya estaba bajo la tierra.
Es cierto que habían oído sus pasos tintineados de espuelas, pero no lo conocían. Se lo imaginaban de anchas bombachas negras y bigotes cayéndole sobre la boca seria. Lujosa la chaqueta y el sobrero aludo y blanco. Un señor recio, de lentos ademanes. Arremetía con su caballo por el guardapatio; los cascos herrados del animal sacaban chispas de las piedras medio enterradas y el jinete desensillaba. Avanzaba hasta la galería y allí paseaba sonando sus espuelas. Hasta creían oír el golpe del talero sobre la caña de la bota. Entonces salían armados de las habitaciones, los ojos abiertos al miedo. Solo la noche afuera; los grillos y los sapos latiendo. Tenían que volverse porque no hallaban nada.
-Es el tiempo- pensaban.

(En De solo estar, 1957)

domingo, 17 de febrero de 2013

TODAVÍA LA LUZ (Beatriz Vallejos)

Si nueva no la tarde
testigo de mi estar
                          abreva
el pequeño poema
a su borde

viernes, 15 de febrero de 2013

MI PATRIA (Lêdo Ivo)


Mi patria no es la lengua portuguesa.
Ninguna lengua puede ser la patria.
Mi patria es la tierra blanda y pegajosa donde nací
y el viento que sopla en Maceió.
Son los cangrejos que corren en el barro de los manglares
y el océano cuyas olas siguen mojando mis pies cuando sueño.
Mi patria son los murciélagos colgados del revestimiento de las iglesias carcomidas,
los locos que bailan al atardecer en el hospicio junto al mar,
y el cielo encorvado por las constelaciones.
Mi patria son las sirenas de los barcos
y el faro en lo alto de la colina.
Mi patria es la mano del mendigo en la mañana radiante.
Son los astilleros podridos
y los cementerios marinos donde mis ancestros tuberculosos y palúdicos no paran de toser y de temblar las noches frías
y el olor a azúcar en los almacenes portuarios
y las lisas que se debaten en las redes de los pescadores
y las ristras de cebolla enrolladas en la tiniebla
y la lluvia que cae sobre los corrales de pesca.
La lengua de la que me valgo no es y no fue nunca mi patria.
Ninguna lengua engañosa es la patria.
Ella sirve apenas para que yo celebre mi gran pobre patria muda,
mi patria disentérica y desdentada, sin gramática y sin diccionario,
mi patria sin lengua y sin palabras.




MINHA PÁTRIA

Minha pátria não é a língua portuguesa.
Nenhuma língua é a pátria.
Minha pátria é a terra mole e peganhenta onde nasci
e o vento que sopra em Maceió.
São os caranguejos que correm na lama dos mangues
e o oceano cujas ondas continuam molhando os meus pés quando sonho.
Minha pátria são os morcegos suspensos no forro das igrejas carcomidas,
os loucos que dançam ao entardecer no hospício junto ao mar,
e o céu encurvado pelas constelações.
Minha pátria são os apitos dos navios
e o farol no alto da colina.
Minha pátria é a mão do mendigo na manhã radiosa.
São os estaleiros apodrecidos
e os cemitérios marinhos onde os meus ancestrais  tuberculosos e implaudados não param de tossir e tremer nas noite frias
e o cheiro de açúcar nos armazéns portuários
e as tainhas que se debatem nas redes dos pescadores
e as résteas de cebola enrodilhadas na treva
e a chuva que cai sobre os currais de peixe.
A língua de que me utilizo não é e nunca foi a minha pátria.
Nenhuma língua enganosa é a pátria.
Ela serve apenas para que eu celebre a minha grande e pobre pátria muda,
minha pátria desintérica e desdentada, sem gramática e sem dicionário,
minha pátria sem língua e sem palavras.

lunes, 11 de febrero de 2013

DA-SEIN (2a versión) (Leopoldo María Panero)

           "Ici, dit le jardinier du cimetière", Jean Charles Lamb.
           "Levant le jour, ils adressent au soleil des prières 
              traditionelles, comme s'il le supliaient de paraître."

                                                                       (GERARD WALTER, La communauté essenienne.)

                                                                                                     "Ein da-sein."

                                                                         ALFRED MOMBERT


La llave, la llave oscura
del fuerte dios, del pardo
dios cierra
                   mis ojos con su fuerte llave Miento, me
agito en vano y danzo como rota película
movida por el viento me encontra-
réis en la
siniestra humedad de un cubo
de basura, allá donde aún reposa
abyecto el secreto de la vida,
                                            ciego,
nutriendo como un hijo al excremento y
soñando, soñando como el mar en el más puro,
en el intransigente ético perfecto
inalcanzable ideal de la muerte
allí están mis ojos vivo
vivo allá sin hilo a otro, como
interruptor exacto
de la luz en el mundo allí,
donde el espacio muerde
su esencial polvo, y el tiempo nos otorga
insensato instante de su paz total, vivo
peor que el suicidio, peor que
la tierna desesperación, y que cuanto
gime todavía suplicando innoble
a la sucia vida desde el fondo. Pero inventé un baile perfecto:
y aún sueño en eso, en purificar al mundo de sí mismo, e
igual que un loco, digo a todos: sabe
más la boca que el dolor de tus ojos
que nada saben, sabe
mentir la boca: y enseño, entre babas, balbuciente,
un rosario, y un niño que tiene en la mano la Tierra: y lo arrojo
así al suelo, a la flor de la basura, al lugar sin tiempo
en que delira conmigo el que fuera
Titán marino, el perfil
más bello del lago, el Mártir de la Cuerda,
                                                               Aquel
que vivió por mandato del Ojo la creación tal Infamia, y
al que llaman para reírse de él Initiator: y es que no hay
sacrificio que no tenga por su hija a la Venganza,
y ésta hoy quiere
morder la fuerza que hace rodar las horas, y matar
al gusano, a la ridícula porcelana del Tiempo:
                                                    qué hombre no ha soñado;
qué hombre no ha soñado en abrasar el Templo
del universo y en llenar el aire
entero del cosmos de los hilos
de lluvia de la sangre, del vino
del Solo, de aquel a quien los ojos
le alucinan y a todos dice "soy"
                                               el que no es, el Único
el caballero idéntico a su vanidad, el esclavo
de mi propio ídolo, el adorador de Otro, el Yo sin ley y todo
hombre animal o luna me es al filo del Destino
desconocido: y quizá Dios es también esa tortura,
si me padece: quizá es, si sabe al menos, si se sabe,
también un No perfecto y puro. Soy
                                       virgen de los hombres y no tengo
sexo, como la nada, como el tiempo, como el Instante puro
en que Adonái cierre su mano para siempre y diga
nunca más en el incomprensible espacio, nevermore
nevermore, dicen
en la calle, al pasar, tantos ángeles
medio muertos, nevermore, repiten
sin alma los arcontes de un cielo que desprecio,
                                                                        nunca
más, canta Dios en los abismos de lo alto,
nunca más soñaré que existo, ni daré
a los signos un sentido por su movimiento:
nunca más grita por fin a la
sed la tortura del Tiempo, la
siniestra tortuga, el Monstruo: nunca más, dice Él, porque
es también un ente sin espejo, porque
Dios es para sí mismo una pesadilla
que trata en vano, universo tras universo
de arrancarse de un tajo
la espina de la vida, el crucifijo
y de beber el Vino.


(en Narciso en el acorde último de las flautas, 1979)

jueves, 7 de febrero de 2013

LA COSTA (Gabriel Roel)


La niebla de las ocho.
El lento vapor de las orillas.
La vieja lentitud.
Hacia postigos pródigos
la luz. Hedor de la madera.

Fiar el espinel mi alma de yute.
Temporal de las cosas.
Sumidero de arena
de la arcilla.

Canoa de lo arcano el sabor del limonero.
Boca de lobo del vestigio.

(Parque México, 2011)

domingo, 3 de febrero de 2013

CAUTIVO Y ÁNGEL (Juana de Ibarbourou)

Tal vez ninguna libertad aguarde
Al ser que nace de la vida esclavo.
Servidumbre del hombre y de la bestia,
Del viento suelto y del atado llano.

Servidumbre del río y sus riberas;
De la paloma a su garganta tierna;
De la esmeralda a la opulenta mano
Y del nardo y la rosa a su belleza.
Mi servidumbre, en la vigilia y el sueño,
A antiguos muertos y futuros vivos.
Anda mi día entre mandatos ciertos

Y entre cadenas de invisible acero.
El ángel que a mi sombra está cautivo,
Esclavo es de mi paso y de su vuelo.


(en Perdida, 1950)